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Norias y cigüeños

Algunos Cigüeños, y, sobre todo, Norias, han formado parte del paisaje de regadío en huertos y huertas del término de Torresmenudas. A derecha e izquierda han ido acompañando la ribera de Cañedo a través de sus propios pozos y manantiales.

 

El sistema de Cigüeño rudimentario y primitivo se ha construido, sobre todo, en madera; y, con mucho esfuerzo, herrada a herrada, cumplían la función necesaria de poder sacar agua en pequeños huertos.

 

Las Norias supusieron un gran avance para el riego de los huertos y huertas. Un gran número de ellas, todas arrastradas por burros o burras, mulos o mulas, todavía permanecen en varios lugares del término del pueblo.

 

Con Cigüeños y Norias, un importante número de familias, pudieron sostener su economía y forma de vida familiar. Pero, sin olvidar, la necesaria e importante cantidad de agua de la que se ha podido disfrutar para este oficio tan importante y que tantas posibilidades ha dado al pueblo en el consumo y venta de todo tipo de verduras de gran calidad en el mercado local y en el de la ciudad de Salamanca.

 

Un importante número de huertos familiares se convierten en una parte fundamental de la economía de cada familia. Se trabajaron estos huertos familiares por verdadera necesidad; supusieron un apoyo muy importante; y fue, sin dudar, este sistema de concesión social en el pueblo, una herramienta municipal imprescindible y agradecida que pone en valor, sobre todo en aquel tiempo, cómo la comunidad es capaz de organizarse y buscar las mejores formas y estructuras de solidaridad para vivir.

 

Los huertos y huertas familiares son un bien comunitario municipal. Los Cigüeños, las Norias, y, más tarde, alguna que otra motobomba; son las herramientas que no pueden ser por menos, el mejor de los apoyos para haber apoyado un estilo de vivir.

 

En este tiempo que vivimos, se podrán convertir en instrumentos de exposición y de memoria algunas de estas herramientas, y así debemos dejar constancia; pero, probablemente tenemos como reto, hoy, que el hablar de huertos familiares, tenga que llevarnos a pensar en huertos y huertas sociales como el mejor de los espacios para producir la más sanas de las verduras, para una alimentación agroecológica y soberana.

 

Todo deberá ser memoria viva de este pueblo; pero también podrá volver a ser posibilidad de futuro.

Carros y bueyes

El carro, tirado por pareja de bueyes o de vacas, formó parte del paisaje campesino de Torresmenudas. Carros para sacar el abono y el estiércol. Carros para acarrear el trigo, el centeno, las algarrobas, las lentejas o los garbanzos; el maíz o las patatas. Carros para transportar los sacos y costales del grano de la cosecha; o para acercar la preciada paja a los pajares del pueblo. El carro fue imprescindible en aquella agricultura del ayer y del antes de ayer.

 

Carros construidos y pintados artesanalmente por el mejor de los carreteros, en muchos casos. Tirados por mulos y burros (los menos casos), o por parejas de bueyes o vacas (los más de los casos); son signos de un tiempo largo del campesinado y de las actividades agrícolas del mundo rural, en general; y el nuestro, en particular.

 

En pueblos como Torresmenudas, el carro, los bueyes o las vacas, fundamentalmente; se convierten en los utensilios imprescindibles del campesino, junto al arado o el yugo; la reja o las coyundas; el trillo o la tornadera para la labranza, de no mucha extensión de tierra, es verdad, pues la propiedad no se tiene en exceso en un término pequeño municipal; pero, para trabajarlas con cuidado y enorme esmero productivo en una tierra en su mayoría agradecida.

 

Bueyes, vacas, carros, yugos o arados; forman un todo imprescindible en la vida, la memoria y la historia de pueblos como Torresmenudas; donde las producciones agrícolas, han sido el medio de vida fundamental, que históricamente ha generado un modo y estilo de ser que nos ha caracterizado; y que de ellos queremos dejar memoria nuestra generación.

Monolito

En este monolito están representados los pilares fundamentales de la economía de nuestro pueblo. Estos símbolos han sido realizados por José Luis Olivera, al igual que las esculturas y se inauguraron también el día 30 de julio de 2022.

De arriba hacia abajo podemos ver:

  • La espiga y el pan que simbolizan la zona de secano y los productos que se obtenían: antiguamente, cereales y leguminosas como garbanzos, lentejas, algarrobas, yeros…Hoy día: cereales y oleaginosas como el girasol y la colza.
  • La encina simboliza el monte. De él se obtenía la leña que calentaba las cocinas, el cisco que daba calor al brasero y las bellotas que alimentaban los cerdos en la época de montanera para después realizar las matanzas domésticas.
  • Los bueyes simbolizan la ribera. Antiguamente se alimentaban los bueyes y las vacas de trabajo; posteriormente vinieron las vacas de leche y hoy día sólo pasta el ganado de carne.
  • Falta el símbolo del regadío. Antiguamente existían en Torresmenudas 94 huertos familiares con sus norias para el riego y suponían una gran ayuda en el sustento de las familias. Además, el pueblo cuenta con numerosas huertas y huertos donde se cultivaban diferentes productos que se comercializaban.
  • Y por último el viñedo. En nuestro pueblo se cultivaban bastantes viñas de las que cada familia elaboraba su propio vino. Hoy día quedan muy pocas viñas, media docena. Poco a poco se han ido arrancando.

 

Mujer rural, siempre en pie

MEDIADORA

Porque ella es el punto medio que equilibra y suaviza los extremos y frentes que la asedian, tanto externos como familiares.

UNIFICADORA

Porque posibilita formar un todo. La mujer es símbolo, es el pilar de la unidad familiar.

JUICIOSA

Porque sabe mostrar prudencia y madurez en sus actos y decisiones.

EMPRENDEDORA

Porque tiene decisión e iniciativa para realizar acciones difíciles o que entrañan algún riesgo en su quehacer diario y familiar.

RESUELTA

Porque sabe actuar con decisión y con seguridad para resolver asuntos. No se detiene, ni duda ante las dificultades.

RESISTENTE

Porque, como la encina, es capaz de resistir todo tipo de inclemencias y tempestades, es capaz de afrontar situaciones delicadas sin dejarse vencer.

ÚNICA

Porque su buen hacer es extraordinario, excepcional, fuera de lo común. Es irremplazable y capaz de alcanzar lo inalcanzable.

RESPONSABLE

Porque es consciente de sus obligaciones y actúa conforme a ellas, aun cediendo su terreno.

ACTIVA

Porque sabe resolver, producir efecto de forma inmediata.

LABORIOSA

Porque realiza su trabajo con perseverancia y esmero, compaginando tareas diversas.

 

Por todo ello, la mujer rural demanda el reconocimiento social y económico de su papel como persona clave en el mantenimiento de la tradición, de la economía y de la unidad familiar, de la preservación y mantenimiento del medio natural.

Esculturas

Estas dos esculturas que contemplamos fueron realizadas por José Luis Olivera, nacido en Torresmenudas, con la inestimable ayuda de Ángel Alonso Sánchez y de José Luis Benito Mateos. Se inauguraron el día 30 de julio de 2022. Simbolizan el hombre y mujer campesina y representan un homenaje a ambos tanto en el pasado como en el presente. Están realizadas con elementos antiguos rescatados del uso agrícola, de estructura geométrica plana y modelados al gusto del artista.

El hombre es fuerte, robusto, como aferrado a su tierra; la mujer es más decidida, más airosa, con el peso del cántaro de agua al cuadril. El agua es símbolo de vida, que ellas dan y cuidan. Están como dialogando entre sí, comunicándose. No se les ve la cada, ambas figuras son conceptuales, no son realistas, permiten la libre interpretación de quienes las contemplan.