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El Cólera

En 1832 se declaró una gran epidemia de cólera en Europa. En París produjo más de cien mil víctimas. A España llegó en 1835.

El cólera era una peste gravísima. A veces acababa en pocas horas con el paciente. Solía tener complicaciones mortales: neumonía, bronconeumonía. Tenían calambres, la voz débil, el pulso también, sudor frío, piel arrugada y marchita.

En dicha epidemia nadie debía sentarse a la mesa sin cepillarse y lavarse. Había que desterrar de la alimentación ensaladas, frutas y leche. Ante la aparición de la epidemia que ocasionaba muchísimas muertes y muchísimo contagio surgieron leyes civiles y eclesiásticas. Esas leyes prohibieron enterrar en las iglesias, y mandaron construir cementerios. Fue entonces cuando las autoridades de Torresmenudas determinaron enterrar en la ermita del Sto. Cristo del Humilladero, que a la sazón estaba ya medio arruinada y sin techo. Esto era en 1832. Después, en 1834 ampliaron el recinto cogiendo los alrededores de la ermita. Costó la ampliación 1104 reales. Así se formó el cementerio que tenemos.

Consultando los libros parroquiales sabemos quién fue la primera persona enterrada en el cementerio. Fue el 11 de Julio de 1832. Se llamaba Juliana Calón, viuda de Francisco González. Dejó 4 hijos: Rosa, Isabel, Andrés y Leonarda. Hay una nota en la partida de defunción que dice así: "Se enterró en la ermita del Humilladero por haber sido destinada a Campo Santo. Es la primera persona que se ha enterrado en el".. Hasta hoy hay enterradas en él unas 1.400 personas.

Los cementerios, según la Liturgia Católica, son prolongación del templo parroquial aunque estén lejos y son tierra sagrada. Cementerio es una palabra griega que significa "Dormitorio", o sea, lugar de descanso. También se llama Campo Santo. Es tierra santa igual que un templo, por eso se debe visitar en silencio y con mucho respeto, ya que es tan sagrado como una iglesia.